lunes, 17 de marzo de 2014

Ecutickets, un niño jugando con fuego

Una visión muuuy personal cómo las empresas promotoras de eventos se siguen burlando del público rockero/metalero



Creo que ya mucho se ha dicho sobre la grandeza de los visitantes que tendremos mañana en la ciudad de Quito; sí, Metallica es la más grande banda que ha pisado estas tierras, lo que se nos viene es algo sin precedentes y que muy difícilmente nuestra generación va a poder ver nuevamente por aquí.


Las razones son varias, pero entre ellas está la cultural: aquella que hace ver al rockero y al metalero como un vándalo destructor y enemigo de la propiedad privada. Acá en el Ecuador todavía vemos a las y los aficionados a los géneros musicales alternativos y extremos como parias.

Por aquí, por allá, por más acá... 
Aún mantenemos el viejo curuchupismo de los años 60 y 70 que nos hace creer que los rockeros y metaleros son vagos, borrachos y drogadictos, y me atrevo a decir con honrosas excepciones que en la mayoría de los casos aquello no pasa de ser el típico estereotipo infundado que no tiene la más mínima lógica y coherencia, pues hay muchos aficionados a este tipo de música que ocupan cargos altos en empresas e instituciones públicas y privadas, además de que tienen en su palmarés maestrías, doctorados y PhD.

Pero volviendo al punto del tema que quisiera compartir este momento, sino lo que ha pasado en los últimos días en las inmediaciones del estadio Olímpico Atahualpa, lugar seleccionado por una empresa llamada Ecutickets para el canje de las preventas para el concierto de Metallica del 18 de marzo. 

Lo que hizo esta empresa me parece tan peligroso como un niño con un encendedor en un cuarto lleno de TNT, por mediocridad y por querer ahorrarse unos dólares está a punto de estallar una bomba: la de aquellas personas que seguramente se van a quedar sin entrada a Metallica por la ineptitud e ineficiencia de Ecutickets.

Este cuadro ha sido muy común en las inmediaciones del Olímpico Atahualpa
En primer lugar, el viernes 14 se llevó a cabo una rueda de prensa en la que la Policía Nacional, Team Producciones y Ecutickets hablaron con los medios de comunicación sobre los detalles para que el evento se desarrolle con todas las garantías de seguridad posibles. El conversatorio se llevó a cabo aproximadamente a las 11:00 y, entre otras cosas, se anunció que desde las 12:00 se abrían las boleterías del estadio para el canje, proceso que duraría hasta el propio día del concierto.

Chapas y empresarios... vaya grupito!
Por desconocimiento de la población y por no tener a mano el comprobante de la preventa, ese día el canje se llevó a cabo sin ningún problema durante la tarde hasta las 17:00, hora en la que los empleados de Ecutickets se retiraron del lugar; el sábado 15, día laborable para todo el sector público por decreto presidencial, la afluencia de público también fue baja, pues la mayoría de “rockeros vagos” se encontraba en sus sitios de trabajo, supongo que “chupando o drogándose”.

El domingo 16 de marzo fue el día elegido por la mayoría de fans para realizar el canje, fue así que exactamente dos días antes del gran concierto, miles de personas se encontraron desde la madrugada para conseguir pronto el boleto y poder ir a descansar. Esa fue mi idea, pero resultó tan utópica como era hasta hace un año pensar siquiera que Metallica iba a venir al Ecuador.

A esas alturas ya había molestia en la gente que quería canjear su ticket
Aquí debo hacer un paréntesis aclaratorio, Ecutickets es parte de la compañía colombiana tuboleta.com, especializada en la venta de entradas para espectáculos masivos, de aquellos que se repiten más de 100 veces al año en el país vecino, por lo que sería difícil dudar de su know-how. El problema está en su filial ecuatoriana, carente de un servicio tecnológico para poder hacer online la validación de las preventas, por lo que se conectaba con servidores ubicados en Bogotá, lo que provocaba que constantemente se caiga el sistema.

Además había solamente dos boleterías abiertas, cuando el Olímpico cuenta con más de 30 ventanillas; allí se planeaba atender a las más de 20 000 personas que tuvieron la misma idea que yo tuve. De todas maneras Ecutickets ya recibió el pago por el servicio de distribución de las entradas por parte de Team, entonces ya no les interesaba dar un buen servicio a quienes iban a canjear sus preventas.

Nótese lo cabreado que está el man del Quito
Gracias a los amigos con una mayor capacidad madrugadora que la mía estuve muy cerca de la boletería, pero la fila no avanzaba, en dos horas y media caminamos entre tres o cuatro metros. En realidad se volvía insoportable, pues estar a la intemperie en un ambiente como el quiteño, con un clima bipolar, no es lo más cómodo que hay. 

Y así pasaban las horas, como dice la canción nos dieron las 10 y las 11, las 12 y la 1, las 2 y las 3, y todavía no teníamos las entradas en nuestras manos, considerando que estuvimos en el estadio desde un poco antes de las 8:00.

El anuncio de Ecutickets era que iban a distribuirse los boletos hasta las 17:00, por lo que al ver que eran ya las 14:00 y no se había atendido a más de 100 de las 20 000 personas que estuvieron allí, la preocupación empezó a generar desesperación y la desesperación, molestia. 

Los presentes empezaban a impacientarse y, como mencioné anteriormente, aquello es tan peligroso como un niño en una bodega llena de ácido nítrico concentrado, ácido sulfúrico y glicerina.

No quisiera creer que la empresa haya dicho “son rockeros no más, esos vagos aguantan todo”, pero aparentemente esa fue la posición de Ecutickets, al contratar solamente a dos personas, quienes por sus caras difícilmente eran mayores de edad, a quienes seguramente les ofrecieron unos dolaritos y los almuerzos o entradas al concierto para que sacrifiquen su fin de semana trabajando en el canje; para procesar los boletos había además dos impresoras… ¡¡para 20 000 personas!!

¡Solo esto les interesa! 
En ese momento entró en escena llegó a salvar la situación  una representante de la Intendencia de Policía de Pichincha, aparentemente ya olía a azufre. La delegada, quien afirmó querer también su entrada para el concierto, pero que se quería convertir en la heroína del día obligando a Ecutickets a extender el tiempo de canje de los boletos hasta las 22:00 y a abrir otros puntos para este fin en otros lugares de la ciudad.

Mientras aquello ocurría pude realizar mi canje, ya confirmé mi asistencia a Metallica. Pero, ¿qué hubiera pasado si es que esta PepperPotts criolla no hubiera llegado a salvar a Ecutickets? Estoy seguro de que se habrían suscitado desmanes, el mismo hecho de que el rockero/metalero es una persona analítica y que ha leído mucho, implica que no va a dejar que le vean la cara, como aparentemente quiso hacer esta empresa.

Elé la heroína en otra foto encontrada por ahí
Si había desmanes se hubiera dicho “claro, como son rockeros/metaleros van a hacer eso siempre esos vagos desadaptados y miserables”; ese remedo de canal llamado Teleamazonas hubiera dicho en sus noticieros, en boca de Bernardo Abad, que “cuiden a sus hijos, que no se junten con estos nefastos personajes”, y Jorge Ortiz…. No, Jorge Ortiz nada porque gracias a los dioses nadie sabe qué es de la vida de este ignorante cuasi entrevistador.

"¡Que hueva-va-va-da, ya-ya-ya nadie se acuerda de-de-de mi!"
 El asunto es que la indignación de las personas que no tuvieron acceso a las entradas por las que pagaron, a causa de la indiferencia, apatía y mediocridad de una empresa, se hubiera condenado como un crimen de lesa humanidad por el simple hecho de ser rockeros/metaleros y haber tenido la capacidad intelectual para preferir una música distinta a la que disponen los medios de comunicación.

Creo que debo apartar espacio para una rectificación: siempre dije “Team Producciones es una empresucha que se ahueva a traer buenos conciertos porque prefiere invertir en lo fácil, cómo no va a llenar Justin Bieber o Arjona o algún reguettonero”, pero debo admitir que espero que el miércoles me den el chance de tuitear “gracias Team Producciones ¡se pasaron!”

Y para cerrar, ayer compartí la fila con otros periodistas y escritores y con un grupo de ingenieros petroleros y en telecomunicaciones, incluso pude saludar con el médico que hace unos pocos meses me practicó una cirugía menor, también había artistas plásticos, abogados, empresarios, etc… La idea de que los rockeros son vagos y mediocres está absolutamente rechazada con aquella demostración.

No hay comentarios:

Publicar un comentario